El idilio de los mexicanos con la presidenta se mantiene 100 días después de su llegada al poder, con porcentajes de aprobación que alcanzan el 80%, cuatro puntos más que hace solo un mes. No hay muchos elementos todavía para calificar un buen gobierno, pero tampoco para criticarlo, de modo que la ciudadanía se siente satisfecha con el voto que emitió en las elecciones, que alzaron a Claudia Sheinbaum como la persona con más sufragios de la historia reciente del país. “Tendría que haber ocurrido un enorme desastre para que una persona que recabó tantos votos perdiera apoyos en tan poco tiempo”, asegura Heidi Osuna, directora de Enkoll, la casa que ha levantado esta encuesta para EL PAÍS y W Radio entre el 3 y el 5 de enero mediante 1.203 entrevistas en viviendas. El voto retrospectivo siempre es más alto que el real, es decir, cuando se pregunta a la gente a quién votó en las anteriores elecciones, la mayoría se sitúa al lado del ganador. Eso es lo que ocurre también ahora con Sheinbaum. Y al que más perdió, más preferencias se le quitan. Es el efecto Mateo.

