Durango, Dgo.- En sesión del Congreso del Estado, la diputada Delia Enríquez presentó una iniciativa de reforma que busca garantizar licencias de maternidad y paternidad para padres adoptivos, con el objetivo de fortalecer los derechos de la infancia y promover la igualdad sustantiva en la crianza.
En su intervención en tribuna, la legisladora destacó que esta propuesta se enmarca en los principios de la Cuarta Transformación, movimiento que impulsa la justicia social y la equidad en el país. Señaló que la igualdad sustantiva no solo implica el reconocimiento legal de los derechos, sino la eliminación de barreras estructurales que han limitado oportunidades para mujeres y hombres, especialmente en el ámbito de la crianza.
“La crianza y el bienestar de los niños y niñas adoptados es una responsabilidad compartida, y es indispensable que el Estado proporcione las herramientas adecuadas para garantizar su derecho a una familia presente y comprometida con su desarrollo integral”, expresó Enríquez.
La diputada subrayó que, históricamente, el permiso de maternidad ha sido reconocido como un derecho esencial para fortalecer el vínculo entre madre e hijo. Sin embargo, en casos de adopción, este proceso de adaptación es igual de complejo, por lo que la presencia del padre también es indispensable.
“Desde la Cuarta Transformación entendemos que la adopción no es solo un acto legal, sino una decisión de amor, responsabilidad y compromiso. Los niños y niñas que llegan a una nueva familia requieren estabilidad, seguridad y, sobre todo, la presencia de ambos padres en su proceso de integración”, agregó.
Con esta reforma, se busca equiparar los derechos de los padres adoptivos con los de los padres biológicos, garantizando que tanto la madre como el padre puedan contar con un periodo de licencia que les permita brindar la atención y el cuidado necesarios a sus hijos.
Enríquez hizo un llamado a sus compañeras y compañeros legisladores a apoyar esta iniciativa, subrayando que no se trata solo de un cambio en la legislación, sino de una transformación en la manera en que se concibe la crianza y la responsabilidad compartida.
“Porque en la Cuarta Transformación no hay espacio para la exclusión ni para la desigualdad. Sigamos avanzando con firmeza, para que el derecho a una familia amorosa y presente sea una realidad para todos nuestros niños y niñas, sin importar su origen”, concluyó.